Ana Karina Santos. Si de danza se trata, Isadora Duncan nacida un 27 de mayo de 1877, se convirtió en un ícono de las artes
Fue la bailarina y coreógrafa estadounidense a la que se le atribuye la creación de la danza moderna.
En el Día Internacional de la Danza cobran sentido sus palabras reseñadas en la autobiografía: «Nací a la orilla del mar y de la danza me ha venido seguramente del ritmo de las olas…»
Desde los 11 años se dedicó a bailar y a los 17 escapó a Nueva York para hacer realidad su sueño.
Como ella misma lo expresaba, el movimiento de las olas la inspiró a crear movimientos con sus manos y sus pies, siendo el mar la influencia en su particular estilo de danzar.
Su estilo rompió paradigmas ya que contravenía los aspectos formales de la danza clásica, sobre los temas que tocaba destacaban el dolor y la muerte
En 1916 visitó Buenos Aires y revolucionó los escenarios, aunque su fama había llegado al tope su vida personal había trastocado su pasión por el baile ya que sus dos hijos fallecieron en un accidente de auto y eso le cambio la vida por completo.
Contra viento y marea y enfrentando una serie de dificultades, Isadora se presentó el 12 de julio, el público acostumbrado a la danza tradicional no parecía agradado por su presentación que luego se convirtió en el icono de lo que hoy se conoce como danza moderna.
